
Jean Michel Basquiat como tantos otros artistas, y como su admirado Jimy Hendrix, murió a los 27 años de una sobredosis de heroína. Comenzó su arte “grafitero” en las calles de su Brooklyn natal, hasta convertirse en pocos años en el afamado pintor que expuso en Europa y en prestigiosas galerías de EstadosUnidos, y cuyos cuadros se venden por millones.
Hijo de padre haitiano y madre puertorriqueña, ascendencia que marcó su obra, Basquiat llevó su arte callejero y eminentemente urbano, al taller con maestría, transmitiendo en sus cuadros la complejidad de la vida en las grandes ciudades, para alguien que seguía siendo en el alma, un “niño” sensible y luminoso.

"No pienso en el arte cuando trabajo. Trato de pensar en la vida."
— Jean-Michel Basquiat