Desde hace un tiempo con el aumento de los problemas de salud de mi madre, sus 82 años, su soledad, hace 5 años falleció mi padre y lo extraña mucho, y los cambios naturales que se dan en las vidas de los integrantes de la familia, siento que hay momentos que estoy más en los asuntos de los demás que en los míos. Tratando de solucionar problemas que no me corresponden, tratando de ayudar a mi madre en cosas que realmente no tienen solución, y sintiendo un agobio creciente e insano.
Hay libros que siempre me traen al presente, uno de ellos es "Cuando todo se derrumba" de Pema Chodron y otro, el que ahora me ocupa es "Amar lo que es" de Byron Katie creadora de un sistema de autoindagación que se llama "El Trabajo".Dice Byron: "Soy una amante de lo que es, no porque sea una persona espiritual, sino porque, cuando discuto con la realidad, sufro. Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque, cuando discutimos con ella, sentimos tensión y frustración. No nos sentimos normales ni equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro".
"Solo puedo encontrar tres tipos de asuntos en el universo: los míos, los tuyos y los de Dios (o realidad), que es todo lo que escapa a mi control, el tuyo, y al de cualquier persona.
Buena parte de nuestra tensión proviene de vivir mentalmente fuera de nuestros asuntos...Y el efecto es la separación. Cuando nos inmiscuímos mentalmente en los asuntos de los demás experimentamos soledad. Si tu estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, quién está viviendo la mía?. Los dos estamos ahí. Ocuparme mentalmente de tus asuntos me impide estar presente en los míos. Me separo de mí misma y me pregunto por qué razón mi vida no funciona"
"Pensar que yo sé que es lo mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos. Incluso en nombre del amor, es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la ansiedad y el miedo".
Esto no es una apología al egoísmo, "ocupate solo de tus asuntos y los demás qué importan", moneda corriente en estos tiempos de relaciones líquidas, sino sentido común. Devolvámonos a nuestros asuntos con compasión, preguntándonos: de quién son los asuntos que nos ocupan mentalmente. Eso es lo que voy a recordar, la próxima vez que discuta con la realidad, a ver si soy capaz de amar lo que es.