"No existe ninguna fórmula ni método secreto. Se aprende a base de amar: prestando atención, y haciendo lo que se descubre que hay que hacer"
Aldous Huxley

martes, 29 de diciembre de 2009

Klimt, hombre de pocas palabras



Era más bien callado, no era sociable, y vivía apartado, en busca de soledad, en su jardín encontraba la inspiración para sus obras.

Estaba convencido de que no era una persona excesivamente interesante.

De él mismo hablaba así:
“Sé pintar y dibujar. Yo mismo lo creo, y también otras personas dicen creerlo. Pero no estoy seguro de que sea cierto.
Sólo dos cosas son seguras:
“No me interesa la propia persona como objeto del cuadro, sólo otras personas, especialmente las femeninas, pero más me interesan otros fenómenos. No hay nada especial que ver en mí. Soy un pintor que pinta día tras día, de la mañana a la noche.”

“La palabra, escrita o hablada, no es mi fuerte, y mucho menos cuando tengo que expresarme sobre mí mismo o sobre mí trabajo.”


“Por esta razón habrá que prescindir de autorretrato artístico o literario de mí. No es motivo alguno para apenarse. El que quiera saber algo sobre mí _como artista, digno únicamente de atención_ deberá observar detenidamente mis cuadros e intentar reconocer en ellos qué soy y qué quiero.”

El caleidoscopio mágico: “La Virgen”.


Sus paisajes cargados de fuerza mística, eran su fuente de calma y meditación:

“Un simple girasol plantado por Klimt en un caos floreciente, está allí como un hada enamorada cuyo ropaje verdegris fluye como una cascada de estremecedora pasión. El rostro de un girasol, tan secretamente oscuro en su corona de rayos amarillo dorados, tiene para el pintor algo místico, podría decirse algo cósmico. ¿No es este el aspecto de un eclipse solar?.

Ludwig Hevesi.



“El girasol”.


sábado, 26 de diciembre de 2009

No hay un plan-eta B



En 1992 George Bush padre fue contundente al justificar, con la soberbia de siempre, la no concurrencia de EEUU a la cumbre climática de Río: “El modo de vida estadounidense no es negociable”.

Hoy, 17 años más tarde, puestas las esperanzas en el presidente Barack Obama, y su enfoque más conciliador y humanitario parece que las cosas siguen siendo bastante insuficientes.

En una sala cerrada, frente a una treintena de personas, el estadounidense Obama, el chino Wen Jibao, el brasileño Lula da Silva y el indio Manmohan Singh, acordaron y definieron el destino del planeta en cuanto a la lucha contra el calentamiento global.

Las emisiones de los países desarrollados continuarán, el planeta se seguirá recalentando y EEUU que representa el 5% de la población mundial seguirá produciendo el 25% de la contaminación planetaria, que junto con China suman el 40%.

Bastantes magros resultados para el país con mayor fama de salvador del mundo según Hollywood y sus películas de ciencia ficción.

Priorizando las soluciones más amigables con el negocio y los aspectos financieros que las ambientales, a pesar de que las emisiones de CO2 han aumentado más desde el Protocolo de Kyoto que en las décadas anteriores, en Copenhague se siguió apostando a los mecanismos reguladores del mercado.

Por ejemplo: a través del programa REDD (reducción de las emisiones debidas a la deforestación y degradación de bosques), que implica una nueva ola de de apropiación empresarial de los bosques, premios por deforestar y sustituir los bosques naturales con plantaciones. También avanzaron en incorporar la agricultura como forma de obtener créditos de carbono, abriendo las puertas a que los extensos monocultivos de soja transgénica y muchos otros desarrollos altamente nocivos de la agricultura industrial, que provocan el cambio climático, puedan beneficiarse entrando en estos esquemas.

Estos son parte de los avances a los que se arribaron

La tan mentada cumbre climática a duras penas se libró del fracaso total, al aceptar un acuerdo político que otorga ayuda financiera a los países más pobres para que enfrenten el calentamiento global, pero que no incluye más recortes en la emisión de gases de efecto invernadero.


NADA DE EMISIONES / En el asunto fundamental no hubo acuerdo. Los científicos de la ONU habían emplazado a los países industrializados a reducir sus emisiones entre un 25% y un 40% en el año 2020 con respecto a 1990. Solo así se podría evitar el temido aumento de dos grados. Sin embargo, las propuestas presentadas en Copenhague se quedaron en un insuficiente 17%. La UE llegó con un anuncio del 20%, aumentable al 30% si había acuerdo, pero la gran decepción fue la negativa de EEUU a ir más allá del 4% ya conocido.

La conferencia tampoco tomó medidas sobre un asunto que se creía estaba cercano a lograrse: un plan para proteger las selvas tropicales del mundo, vitales para la salud del clima, pagando a unos 40 países pobres la protección de sus selvas.

En conclusión, las expectativas puestas en el logro de un tratado ambicioso para reducir las emisiones se desvanecieron. La ciudad de Copenhague fue convertida en el símbolo del cambio hacia una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles. Se hablaba de una nueva revolución verde. Nada de eso ocurrió.

Solo que esta vez no contamos con un plan-eta B, no tenemos todo el tiempo del mundo para detenernos a contemplar y esperar, cómo lo más valioso de la Naturaleza, se pierde inexorablemente día a día ante nuestros ojos, mientras los “dueños” del planeta se reúnen a discutir y a evaluar que es lo que les conviene más.


(Fuentes: “Periscopio” y “el Periódico”).



domingo, 20 de diciembre de 2009

Navidad


Navidad, tiempo de jazmines en flor, de risas de niños jugando en la vereda, de brisa cálida al atardecer, de regalos, de ilusiones renovadas y buenos deseos.


Tiempo de recordar esa noche mágica donde la Luz Divina penetró en el Mundo para iluminarlo.

Ojalá podamos cada uno a su manera contemplar ese milagro de Luz en nuestras vidas.


Siento que lo más grande que Jesús nos ha concedido fue su humanidad y su Amor Infinito.


En ese pequeño niño, puro e inocente, nacido humildemente en un mundo incierto, como el de hoy, vemos el tremendo potencial espiritual realizado, inspiración profunda en los corazones de todos los que continuamos confiando en El.


Felicidades!.


miércoles, 16 de diciembre de 2009

Haikus de dos maestros y dos mujeres de mirada subversiva



Jorge Luis Borges:

La luna nueva
ella también la mira
desde otro puerto.
____________

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?.
____________

Lejos un trino.
El ruiseñor no sabe
que te consuela.








Octavio Paz:

Troncos y paja:
por las rendijas entran
Budas e insectos.
__________

Hecho de aire
entre pinos y rocas
brota el poema.
__________

Calma.

Luna, reloj de arena:
la noche se vacía,

la hora se ilumina.

__________

Alba.

Sobre la arena
escritura de pájaros:

memorias del viento.



Paula Malugani (La bitácora de Paula):

Ella en la noche
tiara de los sueños
con sus luceros.


Mujer luciérnaga
tu tiempo en la Tierra,
luz pasajera.






Carol(Subversiva visión):




(Gracias a Carol y Paula por sus haikus y espero que no les moleste aparecer aquí.)


sábado, 12 de diciembre de 2009

30 años de "The Wall"


Cuando me enteré del aniversario número treinta del álbum “The Wall” y decidí escribir pensé en hacerlo con Luis ("Usa el reflejo") porque sabía que era un tema que le iba a interesar, poco después surgió la idea del blog “otroincal”, así que permaneciendo fiel cada uno a su estilo, pero complementándonos, como en tantas otras cosas, aquí va mi parte de nuestro homenaje a “The Wall”, que compartimos aún sin conocernos, allá por los años 80, quizás buscándonos sin saberlo en alguna salida del antiguo cine “Metro”.


“Me estoy volviendo cómodamente insensible”, decía Pink y agregaba otro ladrillo en su pared: una madre “castradora”, una educación represiva, un padre ausente, una niñez solitaria, el miedo a amar y ser herido, la intoxicación y finalmente… una megaestrella en el más completo aislamiento.
Mucho de autobiográfico expresado magníficamente por Roger Waters en una obra musical, y más tarde plasmado en film por Alan Parker.


Treinta años de “The Wall”, y el emblemático “Another brick in the wall”, por aquí Uruguay, tiempo de dictadura, paradójicamente lo poco que se podía hacer era ir a ver la película al cine, increíble, no?.


Hoy, seguimos volviéndonos cómodamente insensibles ante tantas cosas y construyendo muros mentales, emocionales, y de los otros, de ladrillo.
Pero también, continuamos, afortunadamente, derribándolos y sensibilizándonos, creyendo y confiando, empecinada y compasivamente en la Naturaleza humana.

“Cuando era un niño,

Capté un destello fugaz,

Con el rabillo del ojo,

Me volví para mirar,

Pero se había ido,

No puedo tocarlo ahora.

El niño creció,

El sueño terminó.

Yo, me volví comodamente insensible”


Sigue en "Otroincal"

martes, 8 de diciembre de 2009

La felicidad trae suerte


Después de ver la película de Mike Leigh, que lleva este título, necesité unos momentos para darme cuenta que era lo que no me terminaba de cerrar. Había como una incomodidad con el personaje de Poppy, que por lo que leí en otros blogs, a algunos les generó el efecto contrario al deseado. En vez de inspirarles simpatía les daba ganas de borrarle la sonrisa que tiene colgada en la cara de principio a fin de una bofetada, ja, ja.

Sin llegar a estos extremos, me parece que la intención del director es buena, reconozco que la primera media hora, pensé: Pero esta mujer está “chiflada”, es una “pesada” insoportable, y se comporta como una adolescente a los 30.

Pero lo que me llamaba la atención era la acabada elaboración de cada uno de los personajes que iban apareciendo e interactuando con Poppy.


Y en medio de esa exagerada expresividad vas percibiendo lo que realmente le interesa a Poppy: ser feliz, ser completamente sincera , ayudar a los otros y no juzgar.


Quizás la manera de plantearlo es un poco artificiosa como la escena con el indigente, pero es cierto que el personaje de Scott, el instructor de manejo, es mucho más fácil de encontrar todos los días, ya estamos acostumbrados a los amargados y coléricos “Scott” y no así a las “Poppys”.


Poppy se mueve por la vida desprejuiciadamente pero se enfoca en cosas interesantes por ejemplo, es capaz de percibir que detrás de la violencia de uno de sus alumnos hay algo más profundo y trata de hacer algo al respecto (cosa impensable hace unos años en la educación inglesa) o en la linda relación de amistad con su compañera de apartamento.

Y es capaz de manejar una situación muy difícil con inteligencia y compasión, de entender al otro y a la vez decir “no”, que no va más.


Y finalmente podés entender la visión del director en la antítesis de los protagonistas: Una actitud abierta y compasiva brinda una protección especial y como consecuencia, trae buena suerte.

No es una gran película ni mucho menos pero son los pequeños detalles que la hacen recomendable.

sábado, 5 de diciembre de 2009

La bondad no tiene prensa



Extraído de “El poder de la bondad” de Piero Ferruccci.

“¿Bondad?. Quizás nos parezca absurdo plantearnos siquiera este tema. Nuestro mundo está lleno de violencia, guerras, terrorismo y desvastación. Pero la vida continúa porque nos comportamos con bondad unos con otros. Pero no nos ufanamos de ello. Ningún periódico publicará mañana la noticia de una madre que le leyò a su hijo un cuento para que se durmiera, o de un padre que le preparó el desayuno a su hija, o de alguien que nos ha escuchado con atención, de un amigo que nos ha animado, de un extraño que nos ha ayudado a acarrear la maleta. Pero si nos detenemos a reflexionar en ello, hallamos bondad en nuestra andadura cotidiana.”


“La bondad está ligada a lo más tierno e íntimo que llevamos en nuestro interior. Es un aspecto de nuestra naturaleza que con frecuencia no expresamos plenamente, porque tememos que si revelamos esta faceta vulnerable de nuestro ser nos pueden hacer sufrir, ofender, ridiculizar o manipularnos. Pero en realidad comprobamos que cuando no la expresamos es cuando sufrimos. Y que al tocar ese núcleo de ternura, nuestro mundo afectivo se enriquece y estamos abiertos a innumerables posibilidades de cambio.
Esta tarea no siempre es sencilla. Con frecuencia la cultura en la que vivimos nos coarta. Esto se debe a que todos nos hallamos inmersos en un “enfriamiento global”. Las relaciones humanas se han vuelto más frías. Las comunicaciones son más apresuradas e impersonales, Los valores como la rentabilidad y la eficacia han asumido una mayor importancia, a costa del auténtico calor y la presencia humana. Los afectos familiares y los lazos de amistad se resienten y son menos duraderos. Los signos proliferan, y son especialmente visibles cuando nos afectan de forma personal, en las pequeñas catástrofes de la vida cotidiana.”


Dos ejemplos bien distintos:

“Cada noche Dorothea, oye a la niña pequeña de sus vecinos llorar en el apartamento contiguo al suyo. Los padres la acuestan sola en la oscuridad, La niña llora largo rato, mientras los padres miran la televisión. Su llanto desesperado expresa angustia, soledad. ¿Qué debería hacer? No está segura. Si habla con los padres quizás empeore la situación. Por fin decide cantar. Al igual que ella la niña puede oírla. Cada noche, Dorotha le canta unas dulces nanas, le habla a través de los delgados tabiques, la tranquiliza, la consuela. La pequeña escucha la voz invisible pero amiga, deja de llorar y se duerme plácidamente. El calor de la voz de la extraña la ha salvado de su gélida soledad”.

“Al igual que el calor pone de realce nuestra personalidad y hace que nos sintamos especiales e indispensables, la frialdad puede convertirnos en unas sombras sin nombre. En cierta ocasión tuve que ir al dermatólogo. No vi sólo a un médico sino a un equipo de especialistas. Uno de ellos, una mujer, me examinó el pie durante largo rato con una lupa, sin decir una palabra. Al término de la consulta, cuando me disponía a marcharme, y después que la doctora terminara de escribir sus notas, alzó la cabeza y al verme allí exclamó sobresaltada: “¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí?.
No se había percatado que yo era el dueño del pie que había estado examinando. Para la doctora yo era simplemente una imagen que debía ser analizada con lupa. En ese momento me vio por primera vez como una persona en su totalidad, pero para ella tenía más sentido cuando era sólo un pie sin un nombre y una voz. Eso es el anonimato”.

“El calor deja de ser un hecho biológico para convertirse en una metáfora. Es una cualidad que vemos en los ojos de una persona, que oímos en su voz, que intuimos por la forma en que nos saluda. Esta cualidad física y otrora inmediata _ cuando nos sostenían en brazos y nos alimentaban_ se ha convertido ahora en algo más infrecuente, aunque no menos real y deseado que se halla en la base misma de la bondad.”


Por último quería dedicar este post a la entrañable Mercedes Sosa una de las personas cuya generosidad y bondad intrínseca se manifestaba en todo su esplendor, solo con mirarla.



(Piero Ferrucci es psicoterapeuta, antiguo estudiante y colaborador de Roberto Assagioli, el fundador de la teoría de la Psicosíntesis.)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Belleza y solidaridad



En el último post hablé del sentimiento que me produjo despertar con lluvia de nuevo sabiendo lo mal que la está pasando mucha gente en mi país.

Los comentarios recibidos y que agradezco mucho me hicieron reflexionar.

Hubo algunos que me sugirieron emprender acciones concretas, como enviar lo que se necesite al lugar. Esa es una de las formas de paliar la situación, afortunadamente las donaciones han sido muchísimas.

Existen varias maneras de ayudar, una es la de las personas que realizan trabajos sociales para mejorar las condiciones de vida de la gente.



He visto cuan desgastante es ese trabajo y a veces que corto vuelo puede tener sin una base sólida de fé y trabajo interno. Todos conocemos la inmensa tarea de la Madre Teresa y sus hermanas.

Más allá de su inquebrantable fé y fortaleza individual, no sé si sería posible si no tuvieran como tienen, muchas horas de oración y una comunidad en la que se sostienen mutuamente.

El trabajo de servicio diario, estar permanentemente en contacto con el sufrimiento, si no hay un apoyo alrededor, cuando la persona se siente sola en la tarea suele ser muy abrumador.


Otra manera no menos importante, es incluir a las personas en nuestras oraciones, ser capaz de ver su verdadera naturaleza.


Sentir la energía de la gran cantidad de personas que en este momento está rezando, meditando, o generando pensamientos positivos, es un sentimiento de unidad muy poderoso.

Creo que es el sostén energético del planeta, todas esas prácticas y acciones de corazón junto con la asistencia invisible con la que contamos evitan, en cierta manera que el planeta colapse.

A lo largo de los siglos millones de seres se han dedicado a acrecentar la energía de amor y paz en el mundo a través de sus cánticos, mantras y oraciones en una tarea a veces anónima, silenciosa y constante.

Como un río subterráneo que está siempre allí proporcionando frescura, y pureza a quien lo necesite.



Y una tercera forma de ayudar es unir el trabajo social y el trabajo interno como Ani Choying Drolma, una monja budista que financia una escuela para niñas y mujeres tibetanas en Katmandú, con los ingresos que obtiene como cantante.

La Escuela Arya Tara, situada en el valle de Katmandú, fue fundada en el año 2000 por la nepalí de origen tibetano Ani Choying Drolma con el objetivo de preparar profesionalmente a las monjas budistas para mejor cumplir sus labores sociales.

Según Choying Drolma, tradicionalmente la educación de la mujer se descuida en Asia:

“La mayoría de las niñas de mi convento de monjas proceden de las zonas rurales, ya sea del Tíbet, India o Nepal, culturas patriarcales en las que sólo se espera de las mujeres que cocinen, limpien y tengan hijos. Incluso en el convento, las monjas han aprendido a leer en tibetano clásico con el fin de hacer la práctica religiosa, pero muchas no son capaces ni de escribir su propio nombre.”

En la escuela Arya Tara las monjas aprenden literatura, matemáticas, ciencias, medicina y filosofía budista.

El trabajo de Drolma y la belleza de su canto contribuye, como el de tantos otros a hacer del mundo un lugar mejor.