"No existe ninguna fórmula ni método secreto. Se aprende a base de amar: prestando atención, y haciendo lo que se descubre que hay que hacer"
Aldous Huxley

sábado, 30 de octubre de 2010

El "Príncipe" y Eli-u


Escribir sobre “El Príncipe” Gustavo Pena no es fácil, como todo artista era una persona sumamente compleja.

Fue un músico, cantante y compositor uruguayo nacido en 1955 y fallecido en 2004, una de esas personas que hacen música tan naturalmente como respiran. Admirado mayoritariamente por músicos, para el público en general fue poco conocido, como suele suceder con algunos artistas especiales.

El Príncipe tenía un don pero a veces no es posible conciliar esa tarea, como decía él, que tenía en la vida, que era componer, con la realidad cotidiana que nos toca vivir a todos. Algunas personas cuya sensibilidad es tan extrema, quizás también son extremas en sus luces y en sus sombras, y en su manera de encarar la vida, quizás por eso, el Príncipe nos dejó bastante temprano.

También como suele suceder su música fue editada y comenzó a ser versionada por otros músicos después de su fallecimiento.



Pero lo que es bastante particular en esta historia es como su hija Eli-u Pena a partir de 2006 empezó a cantar sus canciones y a hacer muy buenas versiones de sus temas. De esta manera la música del Príncipe está siendo difundida y llegando a gente que de otra forma no creo que fuera posible.

Personalmente lo conocí a través de mi esposo que era su amigo, con quién había compartido una época muy buena de su vida, un momento de plenitud, de alegría, cuando nació su hija y todo era, tocar, componer, compartir, y celebrar la vida.



Les dejo tres temas uno cantado por él y dos por Eli-u su hija.






domingo, 24 de octubre de 2010

El maravilloso arte de una gata. Cuento zen


Este cuento lo leí por primera vez en una excelente revista argentina llamada "Tríada" que salió por los años 1997-1998, y es tan bueno que quiero compartirlo, aunque sé que por lo largo es difícil que alguien lo lea en un post. Aún así tengo la esperanza de que algunos lectores dediquen el tiempo, tengan la suficiente paciencia y entusiasmo de llegar al final, porque vale el esfuerzo.



En la casa de un maestro de esgrima llamado Shoken se había instalado una gran rata que estaba causando estragos. Corría de acá para allá aun a plena luz. Un día, el maestro la encerró en su habitación y ordenó a su gata que la cazara, pero la rata le saltó a la cara y la mordió de tal manera que la gata huyó maullando. El maestro decidió traer algunas gatas con fama de buenas cazadoras en el vecindario y las introdujo en su habitación. Pero la rata, acurrucada en un rincón, saltaba encima de cada gata que se acercaba, la mordía y la hacía huir. Era tan feroz que las gatas renunciaban a volver a acercarse. El maestro se enfureció y comenzó a perseguir a la rata con su espada. La corrió rompiendo puertas, shojis y tatamis mientras la rata se desplazaba como un rayo escapando a todos sus avances, hasta que, finalmente, le saltó a la cara y lo mordió.

Bañado en sudor, el maestro ordenó a su sirviente:

He oído decir que a seis o siete aldeas de aquí vive una gata que es la mejor cazadora del mundo; tráela.

El sirviente así lo hizo. Era una gata vieja, que aparentemente no se distinguía de las demás. No parecía especialmente inteligente ni peligrosa. El maestro no creyó que fuera capaz de nada especial pero entreabrió la puerta y la dejo entrar en la habitación. La gata avanzó, tranquila y lentamente, como si no esperara nada extraordinario. La rata se estremeció y quedó inmóvil. La gata se le acercó despacio y simplemente la tomó entre sus dientes y la sacó de la casa.


Esa noche se reunieron en la casa de Shoken las gatas derrotadas y respetuosamente invitaron a la vieja gata a ocupar el sitio de honor. Se inclinaron ante ella y dijeron con modestia:

Todas nosotras tenemos fama de hábiles cazadoras, somos diestras en esta ocupación y hemos afilado nuestras garras para poder vencer a cualquier rata. Pero nunca imaginamos que existiera una rata tan fuerte. ¿Cómo fue que la venciste tan fácilmente?. Cuéntanos tu secreto.

La vieja gata sonrió y dijo:

-Ustedes, gatas jóvenes, serán muy diestras pero no conocen el verdadero camino; por eso fracasan cuando algo inesperado les ocurre. Pero primero, cuéntenme cuál ha sido su entrenamiento.

Una gata negra se adelantó y dijo:

-provengo de una raza especialmente famosa en la cacería de ratas. Puedo saltar paredes de dos metros de altura, puedo pasar por un agujero pequeño, por el que sólo pasaría una rata. Desde niña he practicado todas las artes acrobáticas. Al despertar, todavía medio dormida, si veo pasar una rata por la viga, me levanto de un golpe y la prendo. Pero esta rata era más fuerte y he sufrido la derrota más terrible de mi vida. Estoy avergonzada.

Y dijo la vieja gata:

-tú sólo has entrenado en técnica, un arte puramente físico. Cuando los antiguos maestros enseñaban la “técnica”, era para ellos una de las formas del Camino. Su técnica era sencilla pero contenía la más alta sabiduría. El mundo actual sólo se preocupa por la técnica. Por cierto que se inventaron muchas cosas sobre la base del lema: “practicando esto o aquello, se obtiene esto o aquello”. Pero, ¿qué se obtiene?. Sólo destreza. Dejando de lado el Camino, la competencia se desarrolla mediante el intelecto, y nadie avanza más de ahí. Así ocurre siempre que se piensa exclusivamente en técnica, cuando sólo se usa el intelecto. Es cierto que el intelecto es una función de la mente, pero si sólo produce destreza se transforma en semilla de falsía y el resultado es peligroso. Entonces vuelve a empezar y, de ahora en más, sigue el camino correcto.



Luego, se aproximo una gran gata de piel atigrada y dijo:

-En el arte del guerrero es sólo la mente la que cuenta. Por eso, desde el principio, busqué desarrollar este poder. Ahora, mi espíritu es fuerte como el acero y libre, pleno de energía que llena cielo y tierra. Tan pronto como percibo al enemigo, lo fascino con esta mente poderosa y la victoria es mía. Sólo entonces me aproximo, sin pensar, tal como la situación lo pide. Ejerzo sobre la rata el hechizo de mi poder, anticipo cada uno de sus movimientos. En cuanto a la técnica per se, no podría preocuparme menos. Todo se produce por sí mismo. Una rata corre misteriosa por la viga: sólo necesito mirarla fijamente y es mía. Pero hoy, esta rata misteriosa apareció sin forma y desapareció sin dejar huella. ¿Qué es? No lo sé.

La vieja gata contestó:

-Lo que has estado persiguiendo no es más que una fuerza psíquica y no surge del bien que merece llamarse bien. Que seas tan consciente del poder que usas para ganar es suficiente para que se vuelva en contra de tu victoria. Tu ego entra en juego. Pero ¿qué sucede cuando el ego del otro es más fuerte que el tuyo? Si buscas superar al enemigo con tus poderes superiores, él se opondrá a ti con los suyos.

¿Acaso imaginas que la única fuerte eres tú, que todos los demás son débiles? Supongamos que existe algo que no puedes vencer con la fuerza de la voluntad más potente, con tu propia fuerza, aunque fuera superior. ¿Qué harías entonces? Ésa es una buena pregunta.

La fuerza espiritual que sientes en ti, como el acero, libre y que llena cielo y tierra, no es la Fuerza suprema sino su reflejo. Tu mente no es más que una sombra de la gran Mente. Parece ser el Poder supremo pero, en realidad, es completamente diferente. La verdadera Mente es poderosa porque está constantemente iluminada por una visión clara. Pero tu mente sólo roza ese poder bajo ciertas condiciones. Tu fuerza y la gran Fuerza tienen origen distinto y, por lo tanto, tienen efectos diferentes. Es la diferencia que existe entre la corriente eterna del río Yang Tse y una crecida repentina. Pero, ¿cuál es la actitud necesaria para confrontarse con algo que ninguna fuerza espiritual puede vencer? Un proverbio dice: “Una rata, al verse atrapada, muerde hasta a la gata”. Un enemigo que enfrenta la muerte no depende de nada, olvida su vida misma, olvida sus necesidades, se olvida de sí mismo; es libre. Su voluntad es como el acero. ¿Cómo podrías vencerlo con una energía espiritual pretendidamente propia?.



Entonces se acercó una gata gris aún más vieja, inclino su cabeza y dijo:

-Sí, es verdad. Es tal como lo dices. No importa cuán grande sea la energía psíquica, siempre adopta una forma. Por ello, durante mucho tiempo busqué desarrollar el poder del corazón. No soy Yo quien ejercita este poder para derrotar espiritualmente a los demás (el “ego” de los otros gatos. Como la primera gata, he dejado de pelear, me reconcilio con el adversario, me hago uno con él y no me opongo a él en modo alguno. Cuando es más fuerte que yo, cedo, me someto, por así decirlo, a su voluntad. Si una rata desea atacarme, por más fuerte que sea, no halla sitio que atacar. Pero la rata de hoy no se guiaba por las reglas. Apareció y desapareció, inapresable como un fantasma. Nunca había visto algo igual.

La vieja gata respondió:

-Lo que llamas reconciliación no procede del Ser, de la Gran Naturaleza. Es una conciliación artificial, caprichosa: un truco. Buscas conscientemente evitar la agresividad del enemigo pero, si piensas en él, por más furtivo que tu pensamiento sea, él percibe tu intención. Y entonces, aunque te muestres conciliatoria, tu mente está lista para el ataque, está preocupada; tu percepción y tus acciones se hallan profundamente perturbadas. Todo lo que emprendes con una intención consciente obstaculiza la vibración original de la Gran Naturaleza, impide el fluir de su fuente secreta y perturba el curso de su movimiento espontáneo. La única manera de adquirir una forma inapresable es no pensar en nada, no desear nada, no hacer nada, abandonarse, en los movimientos, a las vibraciones del Ser. Nada surge entonces como forma oponente, por lo tanto no existe adversario que pueda resistir.

No significa que todo los que han tratado de ejercitar carezca de valor. Cada cosa que han dicho podría ser una manera de seguir el Camino. Técnica y Corazón pueden ser idénticos. Y cuando esto sucede, la Gran Naturaleza, el “principio activo”, se integra a la técnica y manifiesta en la acción del cuerpo. La fuerza del gran Ch’i se pone al servicio de uno. El que posee un Ch’i libre sabe cómo encarar cada cosa de manera correcta, con infinita libertad. En la batalla, su mente, en estado de reconciliación, sin usar fuerza, no cede ante oro ni piedra. Sólo una cosa cuenta: que no entre en juego ni un vestigio de autoconciencia. De lo contrario, todo está perdido. Si se piensa en la meta, aunque fugazmente, todo se torna artificial. Ya no surge del Ser, de la vibración original del Bloque no tallado, y el enemigo deja de estar a tu merced y te resiste.

Entonces, ¿qué procedimiento, qué arte, debemos usar? Sólo cuando eres libre de todo vestigio de autoconciencia (un estado sin mente), sólo cuando “actúas sin actuar”, sin intención, sin artificio, en armonía con la Gran Naturaleza, sólo entonces estás en el Verdadero Camino. Abandona todas tus intenciones, ejercita la no-intencionalidad y deja que el Ser sea. Este Camino no tiene fin y es inextinguible.

Y la vieja gata agregó algo aun más sorprendente:

-No crean que lo que acabo de decir es la verdad última. No hace mucho tiempo, conocí a un gato que vivía en una aldea vecina. Día tras día no hacía otra cosa más que dormir. Nada en él daba indicios de algo parecido a una fuerza espiritual. Allí estaba, recostado como un trozo de madera. Nunca nadie lo había visto cazando una rata. Pero donde él vivía, y en los alrededores, no había ninguna rata.

Donde él iba, las ratas desaparecían. Un día lo visite y le pedí que me explicara el misterio. No me contestó. Tres veces repetí la pregunta. Permaneció en silencio.

No era que deseaba responder sino más bien que no sabía que decir. Entonces comprendí que el que sabe algo no lo sabe. Ese gato se había olvidado de sí mismo y, por lo tanto, había olvidado todo lo que lo rodeaba. Se había transformado en “nada”, llegando al grado más elevado de no-intencionalidad. Podemos decir que había hallado el Camino divino del guerrero: prevalecer sin matar. Este gato en mucho me aventaja.


Shoken, que escuchaba todo esto como en sueños, se acercó y saludando a la vieja gata, dijo:

-Desde hace mucho tiempo practico el arte de la espada pero no he alcanzado la maestría. Escuchando tus comentarios creo haber comprendido la dirección que debo seguir. Pero verdaderamente deseo que me digas algo más acerca de tus conocimientos.

La gata preguntó:

-¿Cómo podría serte de utilidad? No soy más que un animal y me alimento de ratas. ¿Qué sé yo de cuestiones humanas? Lo único que sé es que el significado del arte de la espada no reside en vencer al adversario. Y que en este Camino es posible llegar a ver las cosas desde la luz que está más allá de la ilusión de vida y muerte.

Un verdadero guerrero, a través de sus ejercicios, debe dedicarse al entrenamiento espiritual en busca de esta visión clara. Para ello, debe ante todo explorar las doctrinas básicas de Ser, de la vida, de la muerte y del principio de la muerte. Pero sólo aquel que se ha liberado de todo lo que lo aparte del Camino, especialmente de los pensamientos que lo atan y limitan, puede alcanzar la gran claridad. Libre de perturbaciones, confiando en sí mismo, liberado de su ego y de todo lo demás, el Ser y sus movimientos se manifestarán a través suyo en completa libertad tal como es necesario. Pero si existe apego en su corazón, por más tenue que sea, el Ser se ve obstaculizado y atascado. Y cuando hay un “atascado en sí mismo”, siempre aparece otro “atascado en sí mismo” que se opone al primero. Entonces, dos fuerzas se oponen y luchan por existir y las mejores funciones del Ser, capaces de producir cualquier cambio, quedan inhibidas. Luego, si aparece la muerte, la claridad propia del Ser está perdida. En ese estado, ¿cómo puede uno confrontar al enemigo de manera correcta y contemplar con calma la victoria o la derrota?.

Aun cuando uno salga victorioso, sólo será una victoria ciega que no tiene nada que ver con el verdadero sentido del arte de la espada. El Ser en sí está más allá de las formas. Y no acumula propiedades. Por eso, si uno se aferra al más mínimo objeto, la gran Fuerza queda allí atrapada y el equilibrio original está perdido.

Cuando el Ser se apega a algo, ya no es libre de moverse y de fluir en su abundancia plena. Si se altera el equilibrio del Ser, su fuerza desborda por donde puede.

Libertad significa que si uno no acumula nada, si se apoya en la nada, si no se atasca con nada, no hay fuerza ni fuerza-que-se-oponga, no hay yo ni yo-que-se-oponga. Entonces, si sucede algo, el encuentro es como si fuera inconsciente y no deja huellas. En el I’Ching se dice: “Sin pensar, sin actuar, sin movimiento, en silencio total; sólo así es posible la presencia interior, totalmente inconsciente, del Ser y de la Ley de las cosas y, finalmente, hacerse uno con el cielo y tierra”.

El que practica el arte de la espada de este modo, y vive de acuerdo con ello, está cerca de la Verdad del Camino.



Al oír esto, Shoken preguntó:

-¿Qué quiere decir que no hay yo ni yo-que-se-oponga, ni sujeto ni objeto?

La vieja gata respondió:

-Cuando existe un yo, existe un enemigo. Si no nos manifestamos como Yo, ya no habrá un adversario. Lo que llamamos “adversario” no es más que otro nombre para “oposición”. Mientras haya una forma, siempre habrá la forma opuesta. Cada vez que algo se fija, aparece una forma característica. Si no concibo mi Ser en términos de una forma en particular, ya no existe la forma que se opone. Cuando no hay oposición, no existe nada que esté en contra. Es decir que si no hay un yo ni un yo-que-se-opone, si uno se abandona completamente y se libera de todas las cosas, uno está en armonía con el universo, se unifica con todas las cosas, en la gran Soledad. Aun cuando desaparece la forma del enemigo, uno no lo nota. No es que no lo perciba, sino que no se detiene en ello; la mente se mueve constantemente libre desde la profundidad del Ser.

Si la mente está libre de toda atadura, el mundo, tal como es, nos pertenece por completo y es un mundo único que nos incluye. Se lo percibe más allá de bien y mal, simpatía o antipatía. Ya nada ni nadie puede molestarnos, porque no hay apego. Todo par de opuestos, ganancia y perdida, bien y mal, alegría y sufrimiento, se origina en nosotros mismos.

Por esta razón, en toda la extensión de cielo y tierra no hay nada más valioso que nuestro propio Ser. Un poeta antiguo dijo: “Si ya no te aferras a nada, la cuna más estrecha es espacio suficiente; pero si en tus ojos hay una partícula de polvo, el universo entero te resultará estrecho”.

Porque si en tu ojo hay una partícula de polvo, no puedes abrirlo y, por lo tanto, no tienes clara visión, esa visión que sólo es posible cuando el ojo está vacío. Esto puede servir como analogía para el Ser, que es luminoso, libre en sí de toda forma.

Otro poeta dijo”: Rodeado de enemigos, aunque soy extraordinariamente fuerte, sería aplastado si solo fuera forma. Pero el Ser mora en mí y ningún enemigo puede comprender su profundidad”.

Confucio dijo: “el Ser, aun el de un hombre simple, no puede ser arrebatado.

Pero si la mente se perturba, el Ser se vuelve en contra de nosotros. Es todo lo que puedo decirles. Recójanse y busquen dentro de sí”.

Un maestro sólo puede informar a su discípulo y ofrecerle una explicación. Pero el único que puede reconocer la verdad e integrarla es uno mismo. Esto es lo que se llama integración del Ser. La transmisión se hace de corazón a corazón. Está más allá de toda doctrina y erudición. Esto no significa contradecir al maestro.

Simplemente quiere decir que aun un maestro puede ser incapaz de transmitir la verdad. La verdad no es exclusividad del zen.

En toda enseñanza y en todo arte, la integración del Ser siempre ha sido el hilo central, y esto sólo se puede transmitir de corazón a corazón. La “enseñanza” se limita a indicar, nos orienta hacia eso que ya está dentro de nosotros sin que lo sepamos. No hay secretos que el maestro pueda “transmitir” al discípulo. Es fácil enseñar y es fácil escuchar. Lo difícil es hacerse consciente de eso que hay en uno, encontrarlo y tomar verdadera posesión de ello. Esto se llama “Observar la propia naturaleza, observar la gran naturaleza”.

Cuando esto se produce, experimentamos el Satori, el gran Despertar del sueño y de todas las ilusiones. Despertar, ver dentro del propio Ser, percibir la Verdad de Uno Mismo: distintos nombres para la misma cosa.

Maestro zen Ito Tenzaa Chuya.

El texto proviene de una escuela de esgrima japonesa de principios del siglo XVII.

sábado, 23 de octubre de 2010

Se fue "El Sabalero"


José Carbajal “El Sabalero” era uno de esos cantantes tan nuestros que aunque no fueras a verlo o compraras sus discos, forman parte de vos. Toda la vida escuchaste sus canciones, pocas pero buenas, son como la música de fondo de tu país.

Sabés que anda por ahí, lo das por sentado y cuando una mañana te enterás que murió, no lo podés creer.

Y te das cuenta porqué algunas personas cobran otra dimensión después de morir. Empezás a valorar su obra de otra manera, más allá de la gran persona que todos dicen que fue y un gran contador de historias, lo veías aprontarse y ya se estaba riendo, mientras contaba y era maravilloso, muy disfrutable.

Pero empezás a rememorar las canciones desde las compuestas antes de los veinte años como “Chiquillada” hasta “La muerte” que es impresionante (la pueden leer y escuchar en http://usaelreflejo.blogspot.com/2010/10/la-vivio-lindo.html ), y hay tanta poesia.

Aquí cuenta un poco de sus primeros años de vida hasta que entró a trabajar a la fábrica textil donde permaneció seis años antes de venirse para Montevideo y dedicarse por entero a la música, torciendo el destino que como dice él podía haber sido el suyo, como el de tantos muchachos de su pequeña ciudad del interior.


“Nací el día de las playas del 43' en Juan Lacaze o Puerto Sauce, un lugar precioso sobre el Río de la Plata, ahí en el Departamento de Colonia. Cuando era chiquilín, había dos fábricas que regulaban la economía de toda la población. La textil con unos 1.800 obreros y la papelera con unos seiscientos.

Eran los años de la posguerra y mucha gente del campo y de los pueblos vecinos y no tan cercanos, llegaba en busca de trabajo como lo habían hecho mis padres en el 40 y esa gente se iba estableciendo en los alrededores creando barrios nuevos. Así fue creciendo el paisaje de casitas con terreno y el pueblo se extendió a lo largo de la costa.

Las chimeneas altísimas se levantaban por sobre las aguas amarronadas del Plata, por sobre las interminables dunas donde los pescadores tenían sus chozas, sus perros, sus redes tendidas al sol y sus botes a pocos metros de las gaviotas y los caraos. Y pasando los médanos, un poquito más allá, en los barrios verdes de plátanos y paraísos, el viento secaba mamelucos y guardapolvos recién lavados.

Fuimos creciendo en la libertad de las lagunas rebozantes de palometas, juncales y pájaros con todos los colores y con todas las melodías. En la pesca del sábalo a la orilla del enorme río, dura pero divertida. Con las chimeneas delante de los ojos, que esperaban nuestros catorce años para abrir el portonazo de hierro y tragarnos para siempre... y ese sería nuestro destino en el mejor de los casos.”

Quién no corrió de chico detrás de un “panadero” (diente de León), aquí era tan común, muchas cosas que cantaba el Sabalero ya se perdieron, quedan en sus canciones para volver a vivirlas.



domingo, 17 de octubre de 2010

La mariposa y la luna



“A veces siento que Luna es como una gran antena que recoge las ondas del Universo, y se transmiten a la humanidad a través de mí”
Julia Butterfly Hill


La historia de Julia "Butterfly" Hill,
quien se pasó 2 años (1997-1999) sobre un majestuoso ser, una sequoia de 600 años para salvarlo de la tala, no es muy conocido en el mundo de habla hispana, pero es un ïcono de la lucha ecologista anglosajona.

Es sorprendente como una joven de 23 años decidió permanecer dos años sobre “Luna”, así se llama el árbol, viviendo al límite, pasando toda clase de privaciones, con la conciencia clara de que estaba llamada a hacer eso.

El suyo fue un viaje de transformación espiritual, desde que conoció el parque nacional de Grizzly Creek, en California, y sus sequoias gigantes sintió lo que significa estar viva por primera vez y formar parte de aquello. Poco después supo que la Pacific Lumber Maxxam Corporation estaba talando esos bosques.

Se contactó con la asociación Earth First que hacía sentadas en los árboles para impedir su tala. Así llegó a “Luna” una sequoia de 60 metros. Pero a las dos semanas cuando alguien tenía que venir a relevarla nadie apareció.

Así comenzó su experiencia de dos años: sufrió los azotes del Niño, el frío y las tormentas de viento y nieve, el acoso de helicópteros, la tala de otros árboles a su alrededor, el fuego y el humo, que casi la dejan ciega, y el control de la seguridad que impedían que le llegasen víveres.



Y en un momento del invierno en que se estaba derrumbando, cuando se sentía la borde de la locura le pareció oír la voz de “Luna” que le decía: “Julia, piensa en los árboles bajo la tormenta; jamás permanecen rígidos, se dejan mecer por el viento. Déjate llevar y sobrevivirás”.

“Cuando cesó la tormenta me di cuenta de que al desprenderme de todo apego, incluido el apego a mí misma, nadie tenía poder sobre mí. No iba a volver a vivir con miedo”

“La transformación solo se produce cuando podemos encarar nuestros apegos y miedos. Hay que quedarse quieto y escuchar, mirar hacia la oscuridad interior.”



¿Cuál fue el momento más mágico?

“Al alcanzar la cima de Luna me puse de pie y estiré los brazos hacia el cielo. La fuerza del árbol me atravesaba. Estaba en un equilibrio perfecto, era una con la creación.”



A los seis meses de su sentada se convirtió en un personaje público, le visitaron todo tipo de celebridades y la prensa subió a hacerle entrevistas, llegó a hablar directamente con el senado, una activista forestal le ayudó a organizar una oficina de prensa. Resistió negociaciones muy duras pero logró su objetivo. Luna no fue talada. El día que bajó creó la fundación “Cicle of Life” y escribió su historia en un libro llamado “El legado de Luna”.


“El legado de Luna es la narración de una búsqueda espiritual, de cómo día a día una joven de veintitrés años va abriendo su mente y explorando caminos que la conectan con la energía de la vida, la más sutil y reveladora. Dos años después de encaramarse al árbol, aquella preciosa muchacha de ojos azules y larga melena negra era otra. Sigue siendo consecuente, ha destinado los sustanciosos beneficios del libro a la protección del medio ambiente".

Fuente: Ima Sanchís (El don de arder).

En 2001 Luna recibió un corte de motosierra por lo que hoy luce esas grapas metálicas que la protegen.



martes, 5 de octubre de 2010

"Cambios en la Tierra" Rhea Powers


El tema de las canalizaciones es un poco delicado, personalmente soy bastante excéptica porque han aparecido libros y grupos que dicen recibir mensajes de todo tipo desde seres extraterrestres hasta el mismísimo John Lennon transmitiendo desde el más allá. Pero hay algunas excepciones que tengo en cuenta por la calidad del material entregado que en definitiva es lo importante.

Me refiero a textos como el “Curso de Milagros”, “Dios me habló” de Eylleen Caddy de la comunidad Findhorn, “Manos que curan” de Barbara Ann Brennan, el libro que hace muchos años me introdujo a la sanación energética, las lecciones del “Guía” canalizadas por Eva Pierrakos que dieron lugar al valiosísimo sistema terapeútico llamado Pathwork,y el sabio y a la vez un poco ingenuo Emmanuel de Pat Rodegast.

Todos ellos junto con Rhea Power la autora de quien me voy a ocupar en este post comparten una visión positiva, de una espiritualidad individual pero no individualista, que valora las religiones tradicionales y las respeta pero sugiere la utilización de distintos métodos y caminos sin aferrarse demasiado, un paradigma moderno que si bien conserva la esencia de los caminos antiguos los unifica y aproxima a nuestro tiempo, poniendo énfasis en que es posible superar la “culpa” tan arraigada en nuestra cultura judeocristiana y el Karma a esta altura tan incorporado en nosotros.

El mensaje es sumamente vital y estimulante. La esperanza, la alegría compartida y el disfrute de la vida son tan importantes como estar preparado para los difíciles tiempos que se aproximan, donde serán necesarios la confianza en la Luz interna, la firmeza de propósito, mantener la calma y el centro y el amor en todas sus expresiones.

El mensaje es claro, vienen tiempos muy difíciles pero es posible afrontarlos apelando a lo más sincero en cada uno, unidos más allá de las diferencias, y con la conciencia clara de que la Tierra es una con nosotros y que su futuro está intimamente relacionado con el nuestro. Alienta la comunicación con nuestros guías internos y con los planos superiores de conciencia pero con responsabilidad y discernimiento.

El libro “Cambios en la tierra” fue canalizado por Rhea Power a lo largo de tres años, y ella define la canalización de la siguiente manera: “experimento la canalización como la utilización voluntaria de mi conciencia personal para vincularme con los aspectos transpersonales de conciencia que están disponibles a todos nosotros.” Este libro contiene mensajes canalizados de un aspecto masculino del nivel transpersonal de conciencia, que llama Sanat Kumara, y de un aspecto femenino de lo transpersonal, que llama Madre.



Estos son algunos extractos del libro:

“Estamos aquí. Somos muchos los que asistimos a tu planeta en este momento de la historia planetaria. Nos he­mos reunido aquí para ayudaros. No existimos aparte de ti, tal como tú no existes aparte de tus hermanos de forma hu­mana. Todos los hombres son, en verdad, hermanos. No importa la raza, la nacionalidad o el credo al que cualquiera pertenezca. Todos forman parte de tu familia. Merecen tu amor y tus bendiciones. Aunque la ideología parezca sepa­rarte de tus compañeros de Tierra, debes saber que esa sepa­ración es una mentira. La separación es una ilusión asociada con el ego. No tienes nada que ocultar de tu prójimo. No tienes nada que temer cuando se trate de experimentar tu unión con ellos. Debes saber, por supuesto, que puede haber en la realidad física momentos en que tu forma física nece­site protección. Sin embargo, eso está dentro de la ilusión de la realidad física. En verdad no hay separación. En verdad no hay sitio para el miedo. En verdad todos somos uno. So­mos uno contigo.”



“Cada uno de vosotros ha estado en un viaje que se inició mucho antes de que la Tierra surgiera a la existencia. Cada uno de vosotros ha viajado por el tiempo, el espacio y más allá del continuo espacio-tiempo. Cada uno de vosotros está ahora listo para retomar al hogar. También la Tierra se acerca al tiempo de completar sus ciclos en la forma. Sin embargo, antes de que la Tierra abandone su forma actual ocurrirán muchas cosas. Todos vosotros estáis ingresando en una era de iluminación en vuestro planeta. Estáis ingre­sando en un período de Luz. Pronto no habrá guerras en la Tierra. Entonces habrá energía para curar las enfermedades y poner fin al hambre. Entonces habrá riqueza para todos. Cuando estas necesidades básicas hayan quedado satisfechas, toda la población de tu planeta comenzará a volverse hacia adentro, hacia Dios y su propio Yo superior. Pronto la hu­manidad entera recordará quién es. Es hora de que quienes habéis estado en contacto con el recuerdo de quienes sois, de un modo u otro, recordéis a vuestros hermanos lo que parecen haber olvidado. Es tiempo de recordar. Es el tiempo que todos hemos estado esperando. No temas. La Luz ven­cerá a la oscuridad. Y tú eres esa Luz.

Tu planeta está ingresando en una fase de su desarro­llo que conducirá a la culminación de su tiempo en la forma. Ha sido predicho que será un período de bienaventuranza en la Tierra. Ese período está próximo. El segundo advenimiento de la energía asociada con Cristo se aproxima a tu planeta Tierra. Es la hora del cumplimiento de todas las promesas. Tienes una promesa que cumplir. La tierra tiene su propia promesa que cumplir. No es necesario que esperes más para participar en la transformación de conciencia que se produ­ce en la Tierra. No es necesario que esperes la hora del se­gundo advenimiento. Puedes comenzar ahora a expandir tu amor a Dios, a ti mismo y a otros. Ahora puedes manifestar la conciencia de Cristo en cada interacción. No necesitas esperar. Puedes iniciar el cumplimiento de tu contrato de una manera consciente.

También puedes trabajar con la conciencia de tu Tie­rra. Ella necesita amor. Necesita apoyo y necesita tu amistad. Así como a veces te sientes inseguro al pasar a una nue­va fase de tu desarrollo, ella también está insegura en este momento de su evolución. Tú puedes reconfortarla. Puedes estar a su disposición, como ella ha estado a tu disposición por milenios enteros. Estáis vinculados. Ella te proporciona la oportunidad de experimentar esta dimensión de la forma física. Ambos avanzáis hacia vuestra plenitud. Nos compla­ce que por fin haya llegado esta hora.”



“Estamos seguros de que has comprendido tu conexión con tu ambiente. También estamos seguros de que ahora es­tás preparado para incluir tu conexión con el Ser que es tu Tierra. Ahora estás dispuesto a reconocer la interrelación entre tu sistema de energía y el de ella. Ella te afecta. Tu conciencia puede afectar la capa de conciencia que opera dentro de su aura. De ese modo puedes afectarla o influir sobre ella. Ya no puedes permanecer aislado. Debes recono­cer que tu conciencia está en contacto con muchísimas ca­pas de conciencia. Esas otras capas hacen impacto en ti, así como tu propia conciencia hace impacto en esas capas.

En la medida en que te esfuerzas por cambiar tu conciencia, creas un impacto en la vibración de la masa total de conciencia que rodea a tu planeta. Cuando aspires a lo más elevado de ti, también moverás a todas las conciencias rela­cionadas hacia lo que es más elevado en ellas. No eres una entidad aislada. Tu Ser es una construcción multidimensional en contacto con muchisimos otros planos de manifestación y conciencia. Tu Ser no está aparte. Hay muchos aspectos tuyos que aún no están del todo presentes en tu captación consciente. Cuando desechas las ataduras a tus propios pla­nos inferiores de conciencia y buscas lo más elevado y lo más auténtico dentro de ti, estás afectando todos los niveles de tu propio Ser y de los Seres cuya conciencia entra en contacto con la tuya. Al avanzar hacia el amor, hacia la con­ciencia, hacia la verdad tal como la conoces, estás influyen­do sobre muchísimos otros. Esta influencia es benéfica. Tam­bién es benéfico para esos niveles de tu propio Ser que tu mente consciente no percibe en la actualidad. Te honramos en tu proceso de despertar y reconocemos la fortaleza y el valor que se requieren para avanzar hacia vibraciones más elevadas de tu Ser, dejando atrás aquellos niveles de ti que eran tan limitantes. Eres mucho más de lo que percibes. Tu impacto y tu influencia son mucho más amplios de lo que com­prendes. Te alentamos y te apoyamos en tu viaje de despertar.”