"No existe ninguna fórmula ni método secreto. Se aprende a base de amar: prestando atención, y haciendo lo que se descubre que hay que hacer"
Aldous Huxley

jueves, 30 de septiembre de 2010

Leonard Cohen y el Roshi


Sabía que Leonard Cohen había estado vinculado a un maestro zen pero no exactamente como era la historia.

Viendo el excelente documental que realizó Lian Lunson, “Leonard Cohen, I,m your man”en el que varios músicos canadienses interpretan canciones de él y hablan de su experiencia con su música, Cohen cuenta su pasaje por el zen y su relación con Joshu Sasaki Roshi.

Traté de subirlo a you tube pero no me fue posible les dejo la transcripción de ese pasaje y la recomendación de que vean el documental que es imperdible.

El Roshi era el maestro de un amigo de Cohen, Steve, y lo conoce porque oficia la ceremonia de casamiento de su amigo. Un año después tiene problemas y le pide que lo lleve a ver nuevamente a su maestro. Cuenta que no soporta las condiciones del zendo, la estricta disciplina, y escapa, como dice él, dejándole ésta pequeña carta. Pero unos mese más tarde regresa.


“Pero había algo del Roshi que quedó en mí, y unos meses después volví, y empecé a estudiar y practicar con él.

Hace 30 años que empecé a estudiar seriamente con él, quedándome con Roshi varios meses al año.

En 1993 me trasladé al centro zen Mount Baldy y al cabo de un tiempo fui ordenado monje de Roshi.



Si Roshi hubiera sido profesor de física habría aprendido alemán y me hubiera trasladado a Heidelberg.

Sentía que Roshi tenía algo que enseñarme.

Y puesto que yo estaba allí al cuidado de Roshi, como mi trabajo en el monasterio, me parecía del todo adecuado que yo fuera monje, ya que ese era el procedimiento, de modo que me hice monje.

Solo de modo formal, para que se respetara el protocolo.

Da la casualidad que el Roshi es un maestro zen, un monje zen.

En uno de nuestros primeros encuentros personales, él me dijo:

“Yo no japonés, tú no judío,

Roshi no maestro, Leonard no estudiante.

Hay otras versiones de nosotros que pueden surgir y ser más interesantes.”



Así fue como Roshi se hizo parte de mi vida.

Y se convirtió en un gran amigo en el sentido real de la amistad. Alguien que se preocupa por ti, o que no se preocupa, no estoy muy seguro de cual de las dos,

que en lo más profundo no le importa quien seas.

Y así fue como la persona que yo era empezó a desvanecerse, y cuanto menos era quien yo era, mejor me sentía.”





jueves, 16 de septiembre de 2010

Bichito de la humedad en el rincón


Hombre que supo carecer de un interés por lo diminuto, Laberíntico Simple. Pero una mañana, va y se levanta, y antes de mirarse al espejo, de mientras se lavaba la cara en la palangana, ve una cosa que se mueve en un rincón. Era una cosa menuda, como quien dice una cosita. Nada como pa salir corriendo, ni pa llamar a los vecinos, pero cuando uno ve que algo se mueve, y más si se mueve en un rincón, y si no es común que algo se mueva en ese rincón que uno conoce, porque es uno más de los rincones de la casa, de los tantos conque uno convive sin prestarle atención porque un rincón, salvo que tenga algo que se mueve, no se destaca como un espacio interesante, es normal, entonces, que uno se agache, que Laberíntico se agachara a ver aquello que se movía. El hecho de que se haya agachado, está diciendo a las claras que era un rincón de los de abajo, de los que van contra el piso. Cuando el hombre fijó la atención en aquello, no dudó de que se trataba de un bichito de la humedad, conocido también como "bolita", por su capacidá pa convertirse en pelotita. Y eso fue lo que le hizo el bichito a Laberíntico en cuantito lo agarró y lo puso en la palma de la mano. El hombre tuvo ganas de aplaudirlo, pero se frenó, y él, que tantas veces había visto bichitos similares, lo puso sobre la mesa, y mientras preparaba el mate lo miraba de reojo. De pronto se empezó a abrir, y le llamó la atenciòn la cantidad de patitas que tenía el diminuto: "¿pa dir a dónde precisará tanta pata?", se preguntó y le pareció injusto que el hombre, que tiene que andar de un lau pal otro de la mañana a la noche, cargando semejante cuerpo como es el humano en general, tuviera solo dos. Lo fue a tocar, y el bichito vuelta a cerrarse. Lo agarró sin apretar y enderezó pal boliche El Resorte. Llegó, dentró, saludó, puso el bichito arriba del mostrador, lo señaló y dijo: "Cuando tiene miedo se cierra, y cuando supone que pasó el peligro se abre. ¿Pero de qué tiene miedo, y en qué se basa pa suponer que pasó el peligro?".
Hubo un silencio y algunos se arrimaron a mirarlo de cerquita.
El tape Olmedo, lo miró apenas, y después de un trago armó un tabaco, volvió a mirar al bichito con mas detenimiento, y afirmó como pa no dejar lugar a dudas.
- Siempre fue un misterio.
Y no se habló más del asunto. No daba.


Este cuento pertenece al inolvidable creador de Don Verídico, Julio César Castro(1932-2003) más conocido como "Juceca", narrador, humorista, dramaturgo y actor uruguayo, dueño de un humor absurdo y tremendamente poético a la vez. Nos hizo reír por muchísimos años, con su peculiar y luminosa forma de ser. Su último trabajo, fue participar en el guión y actuar en una película llamada "El viaje hacia el mar", donde se cuenta la historia de seis amigos del interior que emprenden la peripecia en un viejo camión de llegar a la costa y conocer el mar.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Seraphine de Senlis, una artista visionaria


La historia de Seraphine de Senlis (1864-1942) es tristemente conmovedora. Tenía un don natural para la pintura, no había recibido educación alguna y menos artística, se ganaba la vida limpiando casas, era extremadamente pobre en una época sumamente difícil, principios del siglo veinte en Francia, más exactamente en un pueblo llamado Senlis.



Decía que era su ángel de la guarda quien la inspiraba y su querida Virgen María, tenía una excepcional sensibilidad y una conexión total con la naturaleza. Fabricaba sus propios pigmentos a partir de raíces, plantas y flores del lugar, secreto que guardó siempre celosamente.



Pero quizás esa extrema sensibilidad sumada a condiciones de vida tan adversas y a cierta predisposición al desequilibrio mental hicieron que Seraphine traspasara el delgado límite entre la cordura y la locura.




A pesar de ser descubierta por casualidad, o causalidad por el coleccionista de arte Wilhelm Udhe(descubridor del célebre aduanero Rousseau), lo que hizo posible que por un tiempo se pudiera dedicar exclusivamente a pintar, su vida no termina exactamente como un cuento de hadas sino con su reclusión en una institucion para enfermos mentales en Clermont bajo la ocupación nazi en Francia, donde falleció a los 78 años.



Solo algunos años después de su muerte Wilhem Udhe consigue exponer su obra en Paris y Seraphine como tantos otros artistas geniales es reconocida como se lo merecía en vida. La intensidad y belleza exuberante de sus pinturas de estilo naif expresan su mundo interior rico y fascinante.

Su historia es relatada en una excelente película francesa estrenada, al menos aquí en Uruguay, recientemente, ganadora de numerosos premios Cesars.



Al verla pensás lo que podría haber sido su vida en otras condiciones, su gran talento y su capacidad de conectar con mundos sutiles a través de su devoción religiosa; pero fue lo que le toco vivir, la soledad, la incomprensión, y luego la enfermedad.


Quizás, la pequeña gran Seraphine, logró finalmente la paz del alma que buscaba obsesivamente a través de sus pinturas, y está sentada, como tanto le gustaba, a la sombra de un árbol, entre las flores, contemplando extasiada, algún cielo desconocido junto a sus ángeles.





miércoles, 8 de septiembre de 2010

El loco sabio


"El simple... simboliza esencialmente la personalidad íntegra y genuina...Esta integridad es más importante que la inteligencia, el autocontrol o cualquier otra cosa. Es en esta naturaleza genuina donde radica la salvación de la situación" .

Marie-Louis von Franz.


“El es el soplo del Espíritu que como lo indica la escritura “sopla donde quiere” sin dar aviso. El espíritu que da vida a todas las cosas y las hace nuevas, las rejuvenece y les da un sentido.

El loco no esta caminando a ciegas, avanza mirando el cielo, inspirado, siguiendo la estrella interior de su luz. El sabe dónde va, aunque los otros no puedan comprenderlo. Por esto la carta es de tanta ventura. Podemos llegar a lo que queremos sólo si seguimos nuestra propia voz interior. Quien hace esto está conectado con su loca sabiduría. Pero los caminos del “loco” son inesperados. El nos lleva a donde queremos, pero no siempre del modo que creemos más adecuado; nos enseña que ciertas “locuras” son más sensatas que ciertas “corduras”. El loco es un adulto que no ha perdido la mirada de niño.”

Francisco Stiglich.

Para aquellos a quienes nos hace falta dar ese salto.