"No existe ninguna fórmula ni método secreto. Se aprende a base de amar: prestando atención, y haciendo lo que se descubre que hay que hacer"
Aldous Huxley

lunes, 28 de octubre de 2013

Estoy demasiado cerca para que él sueñe conmigo...







Estoy demasiado cerca para que él sueñe conmigo. 
No vuelo sobre él, de él no huyo 
Entre las raíces arbóreas. Estoy demasiado cerca. 
No es mi voz el canto del pez en la red. 
Ni de mi dedo rueda el anillo. 
Estoy demasiado cerca. La gran casa arde 
Sin mí gritando socorro. Demasiado cerca 
para que taña la campana en mi cabello. 
Estoy demasiado cerca para que pueda entrar como un huésped 
que abriera las paredes a su paso. 
Ya jamás volveré a morir tan levemente, 
tan fuera del cuerpo, tan inconsciente, 
como antaño en su sueño. Estoy demasiado cerca, 
demasiado cerca. Oigo el silbido 
y veo la escama reluciente de esta palabra, 
petrificada en abrazo. Él duerme, 
en este momento, más al alcance de la cajera de un circo 
ambulante con un solo león, vista una vez en la vida, 
que de mí que estoy a su lado. 
Ahora, para ella crece en él el valle 
de hojas rojas cerrado por una montaña nevada 
en el aire azul. Estoy demasiado cerca, 
para caer del cielo. Mi grito 
sólo podría despertarle. Pobre, 
limitada a mi propia figura, 
mas he sido abedul, he sido lagarto, 
y salía de tiempos y damascos 
mudando los colores de mi piel. Y tenía 
el don de desaparecer de sus ojos asombrados, 
lo cual es la riqueza de las riquezas. Estoy demasiado cerca, 
demasiado cerca para que él sueñe conmigo. 
Saco mi brazo que está debajo de su cabeza dormida, 
Mi brazo dormido, lleno de agujas imaginarias. 
En la punta de cada una de ellas, para su recuento, 
Se han sentado ángeles caídos. 



Wislawa Szymborska





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