"No existe ninguna fórmula ni método secreto. Se aprende a base de amar: prestando atención, y haciendo lo que se descubre que hay que hacer"
Aldous Huxley

miércoles, 15 de junio de 2016

El depredador de la psiquis femenina. Barba Azul, un cuento para las mujeres jóvenes y para las que no lo son tanto pero han perdido el instinto y finalmente, la Mujer Salvaje. Clarissa Pinkola Estés


“Barba Azul es un cuento que gira en torno a la ingenuidad psíquica, pero también al valeroso quebrantamiento de la prohibición de “mirar”. Es un cuento que gira en torno a la descuartización del depredador natural de la psique y a la extracción de su energía.
Creo que el propósito del cuento es poner nuevamente en marcha la vida interior. El cuento de Barba Azul es una medicina que hay que utilizar cuando la vida interior de una mujer está atemorizada, paralizada o acorralada. Las soluciones del cuento reducen el temor, administran dosis de adrenalina en los momentos oportunos y_ lo más importante para el yo ingenuo atrapado_ abren puertas en una paredes que previamente estaban en blanco.
Es posible en suma que el cuento de Barba Azul haga aflorar a la conciencia la llave psíquica , es decir, la capacidad de formular cualquier pregunta acerca de la propia persona, la propia familia, las propias actividades y la vida circundante. Entonces, como una criatura salvaje que olfatea una cosa y la husmea por arriba, por abajo y por todas partes para averiguar lo que es, la mujer es libre de buscar las verdaderas respuestas a sus más profundas respuestas y a sus más profundas y oscuras preguntas. Y es libre de arrancarle los poderes a la cosa que la ha atacado y de transformar estos poderes que antes se habían utilizado contra ella en su propio beneficio...”


“En el cuento de Barba Azul vemos de que manera la mujer que cae víctima del hechizo del depredador reacciona y huye de él, ya preparada para la próxima vez. El cuento gira en torno a la transformación de cuatro confusas introyecciones que son objeto especial de controversia acerca de la mujeres: no tener una visión integral, no tener una profunda perspicacia, no tener voz original, y no emprender acciones decisivas. Para desterrar al depredador tenemos que abrir con llave o abrir con ganzúa no sólo nuestra propia persona sino también otras cuestiones para ver lo que hay adentro. Tenemos que decir nuestra verdad con voz clara. Y tenemos que utilizar nuestro ingenio para hacer lo que sea necesario al respecto.”

“La cura tanto para la mujer ingenua como para aquella cuyos instinto ha sido lesionado, es la misma: Practicar la escucha de la propia intuición, de la propia voz interior; hacer preguntas; sentir curiosidad; ver lo que se tenga que ver; oír lo que se tenga que oír; y actuar después de acuerdo con aquello que una sabe que es verdad. El alma recibe al nacer la facultades intuitivas. Es posible que éstas estén cubiertas de cenizas y excrementos, pero no es el fin del mundo, pues todo eso se puede limpiar. Frotando, rascando y practicando, la capacidad de percepción puede recuperar su estado inicial.
Si conseguimos sacar esta capacidad de las sombras de la psique, ya no seremos unas simples víctimas de las circunstancias internas o externas. Cualquiera que sea la manera en que la cultura, la personalidad, la psique u otro elemento exija que se vistan y se comporten las mujeres, por mucho que los demás quieran mantener a las mujeres amordazadas y vigiladas...cualesquiera que sean las presiones con que se pretenda reprimir la vida emocional de una mujer, nada podrá impedir que la mujer sea lo que es, que eso sea el resultado del inconsciente salvaje y que se trate de algo muy pero muy bueno.



“La Mujer Salvaje enseña a las mujeres a no ser “amables” cuando tengan que proteger sus vidas emocionales. La naturaleza salvaje sabe que el hecho de actuar con “dulzura” en tales circunstancias sólo sirve para provocar una sonrisa del depredador. Cuando la vida emocional está amenazada, el hecho de trazar en serio una línea de contención es no sólo aceptable sino también preceptivo. Cuando la mujer así lo hace, su vida ya no puede sufrir intromisiones durante mucho tiempo, pues ella se da cuenta inmediatamente de lo que ocurre y puede empujar de nuevo al depredador al lugar que le corresponde. Ya no es ingenua. Ya no es un blanco ni un objetivo. Y ésta es la medicina que da lugar a que la llave _ la llave pequeñita con los adornos encima_ deje finalmente de sangrar”

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