"No existe ninguna fórmula ni método secreto. Se aprende a base de amar: prestando atención, y haciendo lo que se descubre que hay que hacer"
Aldous Huxley

jueves, 12 de noviembre de 2009

Un maestro sufi en el supermercado.



Hace poco menos de veinte años que mi esposo y yo conocimos a Manuel Aguiar.
Un domingo vimos un extraño aviso en un diario local, invitaba a una reunión sobre sufismo, así comenzó nuestra relación con él.
Era el primer grupo que formaba en Uruguay luego de residir mucho tiempo en Francia. Allí se había formado en “el cuarto camino” de Gurdieff y pertenecía a la orden naqshvandí del sufismo.
Pintor de profesión y muy reconocido, fue discípulo del maestro Torres García.


Poco a poco fuimos adentrándonos en el camino, textos de su maestro, historias de Nasreddin, Rumi, un té que él mismo preparaba en cada reunión, y su presencia.
La presencia de alguien que sabía profundamente de lo que se trataba, eran pequeños gestos, pocas palabras, solo algunas indicaciones: “Volver al cuerpo, relajarse, mantenerse despiertos”.


No puedo decir que practiqué sufismo porque creo que se disgustaría, puedo decir que vislumbré lo que es el sufismo a su lado. Pocas personas me han transmitido lo que es un maestro y Manuel es una de ellas. En ningún momento se autoproclamó, decía que era un camino que necesitaba un guía, que solo no se podía.
Nos entregó las herramientas para comenzar a practicar, el zikr (nombre de Dios), las oraciones, el Lataif, la historia de Muskil Gusha, la danza, la cadena de maestros. De ahí en más cuando comenzaba realmente el trabajo, mis circunstancias personales, y la falta de madurez para equilibrar las cosas hicieron que abandonara.


Siento un profundo respeto por Manuel, por su compromiso, su seriedad con el camino que eligió y hace tantos años transmite, su amor por la tradición que no es fanatismo, su don de gente. Me tocó vivir el comienzo, en un grupo que luego se afianzó y al que siguieron otros.


A veces lo veo en la calle o en el “super”, y lo observo mientras no me ve, tiene 82 años, aunque no parece, conserva el aire típico de los artistas. Quién diría que es un “maestro”sufi, a simple vista es uno más en la cola para pagar la compra.

Pero sin embargo hay una atmósfera a su alrededor, algo que irradia y que solo es posible percibirlo, si, como él mismo nos decía: uno se toma un momento, se relaja, vuelve al cuerpo y se mantiene “despierto”.
Gracias Manuel.

10 comentarios:

  1. ¡Qué maravillosa experiencia vivida! Me encantó compartirla y hasta pude sentir la paz de del Maestro Sufi.
    Gracias

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  2. Hola silenciosa-mente que bonito titulo para tu blogs,que grata sorpresa haber conocido tu blogs,me hago seguidor para estar al tanto de tus publicaciones, me ha encantado lo que he visto.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Hola Silenciosa-Mente.

    Te felicito por tu blog.

    El maestro advaitín Nisargadatta decía que al maestro no se le distigue por su manera de vestir ni de actuar,el maestro es.

    Estoy seguro que este maestro sufí que conoces, Manuel Agular,es realmente sabio porque no ostenta de su saber.

    El sufismo es un gran camino, Rumí de quien he tomado una frase para mi perfil y el sabio-loco Nasrudín son dos de los maestros que más celebro.

    Gracias.

    Namasté.

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  4. Bienvenido Sankaradas, y gracias.
    Tanto Nisargadatta como Ramana Maharshi son de los maestros que yo también celebro.
    Me alegra que nos conozcamos.
    Mónica.

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  5. Hola Salva, que agradable sorpresa. Gracias y bienvenido.

    Gloria: Qué bueno poder lograr trnsmitirte lo que siento. Estamos conectadas, verdad?

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  6. Buenas noches, gracias por compartir tu experiencia , el haber conocido a un maestro como él tuvo que dejarte huella

    Un día descubrí a Rumi y me tocó de alguna forma por su espiritualidad y algo misterioso y hondo que sentí al leerle

    Se dice que recitaba sus poemas mientras bailaba girando sobre sí mismo
    Su alma buscaba el amor, el más grande poeta místico

    Ven, ¡ven! Pues otorgas gloria y belleza.

    Ven, ¡ven! Pues eres el remedio de la enfermedad.

    Ven, ¡ven! Aunque nunca te has marchado

    ven a escuchar mis poemas.

    Toma el lugar de mi alma

    pues eres mil almas mías.

    Fuera tus amantes y tus viejos deseos

    ¡pues tú eres mi Amor!
    Rumi

    Un abrazo

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  7. Hola Arianna, hablando de huellas esto es lo que dijo Manuel sobre el post, a una amiga que se lo enseñó:"Me alegró mucho lo de Mónica,pues a pesar de los años ha guardado la huella de su pasaje. Gracias". Lo importante no se olvida, te acompaña siempre.
    Un abrazo.

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  8. Hola Mónica, gracias por la aclaración a mi pregunta y por tu visita.
    Seguimos en contacto.
    Un beso.

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  9. Hola Silenciosa-mente,
    De alguna forma di con tu blog, y me gustó tu relato sobre Manuel Aguiar.
    Mientras estuviste involucrada con el sufismo, lo tomaste como un camino religioso islámico o como un conjunto de trabajos para evolucionar como ser humano?

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  10. Hola Charlie, bienvenido.
    No es posible separar una cosa de la otra, el sufismo es la parte mística o esotérica del Islam, por eso es un camino interno y tiene sus prácticas particulares. Pero no es posible separarlo de su origen.
    Un abrazo.
    Mónica.

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